La capacidad de percibir y comprender las señales internas y externas de nuestro cuerpo es fundamental para nuestro bienestar físico y mental.
En este artículo vamos a conocer más sobre la propiocepción y la interocepción, esas habilidades que nos mantienen en sintonía con nuestro cuerpo.
Además, descubriremos cómo la práctica de yoga puede ser una herramienta efectiva para desarrollar estas habilidades, mejorar nuestra conexión con nuestro cuerpo y ayudarnos en el proceso de sanar heridas profundas y trauma.
Diferencia entre propiocepción e interocepción:
La Propiocepción: ¡No tropezarás con tu propia sombra!
La propiocepción se refiere a la conciencia y percepción de la posición, movimiento y tensión de nuestros músculos y articulaciones. Es a través de la propiocepción que somos capaces de realizar movimientos coordinados y precisos, manteniendo el equilibrio y evitando lesiones. Es tu habilidad ninja para mantener el equilibrio y moverte con gracia.
Cuando practicamos yoga, desarrollamos la habilidad de llevar nuestra atención a las distintas partes de nuestro cuerpo, a sentir cada músculo y articulación y su ubicación en el espacio.
La Interocepción: Escucha a tu cuerpo, incluso cuando te pide chocolate.
Por otro lado, la interocepción implica la capacidad de percibir y comprender las señales internas de nuestro cuerpo, como la sensación de hambre, sed, fatiga y emociones. Es como tener un radar interno que te permite sintonizar las señales de tu cuerpo. La interocepción te conecta con tus necesidades reales y te ayuda a tomar decisiones conscientes y saludables.
A través de la práctica de movimiento, respiración y/o meditación, aprendemos a prestar atención a cuales nuestras necesidades básicas (hambre, sed, ganas de ir al baño, deseo sexual…) así como nuestras emociones con mayor claridad.
La importancia de propiocepción e interocepción y su papel en la sanación del trauma:
Tanto la propiocepción como la interocepción desempeñan un papel crucial en nuestra vida diaria. Una buena propiocepción nos ayuda a mantener una postura adecuada, mejorar nuestra coordinación y rendimiento deportivo, y prevenir lesiones.
La interocepción, por su parte, nos permite reconocer y regular nuestras emociones, gestionar el estrés y tomar decisiones más conscientes sobre nuestras necesidades fisiológicas.
El desarrollo de estas habilidades nos permiten reconectarnos con nuestro cuerpo para poder tener una idea más clara de qué es lo que necesita, liberar tensiones acumuladas y desbloquear patrones disfuncionales, caminando así hacia la sanación integral.
(Accede al post ¿Qué es el yoga sensible al trauma? aquí)
Desarrollar la propiocepción e interocepción a través del Yoga:
Como ya sabrás a estas alturas, el yoga es una disciplina que combina, entre otras cosas, posturas físicas (asanas), respiración consciente (pranayama) y meditación. Estas prácticas pueden ser poderosas herramientas para desarrollar tanto la propiocepción como la interocepción.
Algunos ejemplos de cómo el yoga puede ayudar a desarrollar la propiocepción e interocepción son:
- Asanas de Equilibrio: Las posturas de equilibrio, como el árbol (Vrksasana) y el guerrero III (Virabhadrasana III), desafían nuestra propiocepción al exigirnos mantener una posición estable y consciente. Al practicar estas asanas, podemos desarrollar gradualmente nuestra capacidad para percibir y ajustar nuestra postura.
- Pranayama: Las técnicas de respiración consciente, como la respiración abdominal profunda (dirgha pranayama) y la respiración alterna (nadi shodhana), nos conectan directamente con nuestra interocepción. Al prestar atención a nuestra respiración, podemos sintonizar y reconocer las sensaciones y necesidades internas de nuestro cuerpo.
- Meditación de Atención Plena: La meditación de atención plena, o mindfulness, nos invita a prestar atención plena al momento presente, incluyendo nuestras sensaciones corporales y emociones. Al practicar la meditación regularmente, podemos desarrollar una mayor conciencia interocepcional y una comprensión más profunda de nuestro estado físico y emocional.
«A través del yoga, podemos desarrollar una mayor consciencia interocepcional, lo que nos permite conectarnos con nuestras necesidades internas y tomar decisiones más alineadas con nuestro bienestar.»
Steven Porges
Existen numerosos estudios que respaldan la importancia del desarrollo de la propiocepción e interocepción y del papel del yoga en la sanción del trauma:
- El trabajo revolucionario de Bessel van der Kolk, autor de «El cuerpo lleva la cuenta», ha demostrado cómo el yoga y la atención plena pueden ser herramientas efectivas para liberar el trauma almacenado en el cuerpo y restaurar la sensación de seguridad y conexión.
- Gabor Maté, experto en trauma y adicciones, ha explorado cómo el yoga y la meditación pueden ayudar a las personas a desarrollar una mayor conciencia de sus patrones emocionales y afrontar los traumas subyacentes que pueden estar en el origen de las adicciones y otras dificultades.
- Investigadores del «Journal of Psychosomatic Research» descubrieron que la práctica del yoga y la meditación de atención plena mejoran la interocepción y la autorregulación emocional en individuos con trastornos de ansiedad.
- Steven Porges, creador de la Teoría Polivagal, ha investigado cómo el yoga y la respiración consciente pueden activar el nervio vago y calmar el sistema nervioso, permitiendo una mayor autorregulación y curación del trauma.
- Un estudio publicado en «Frontiers in Psychology» mostró que el yoga mejora la interocepción en personas con trastornos alimentarios, promoviendo una mayor conciencia de las señales de hambre y saciedad.
En conclusión:
La propiocepción y la interocepción son habilidades fundamentales para el bienestar físico y emocional. A través de la práctica de yoga, podemos desarrollar estas capacidades y fortalecer nuestra conexión con nuestro cuerpo.
La incorporación regular de ejercicios de equilibrio, respiración consciente y atención plena en nuestra rutina de yoga y/o movimiento puede marcar la diferencia en nuestra capacidad para percibir y responder a las señales de nuestro cuerpo de manera consciente y saludable.
Recuerda siempre consultar con un profesional de yoga antes de iniciar cualquier nueva práctica y adaptarla a tus necesidades individuales.
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