Reconectar con tu Cuerpo:
Tras un evento traumático, es común desconectarse del propio cuerpo, evitando sensaciones que puedan ser incómodas o dolorosas.
A través de esta práctica, aprenderás a volver a habitar tu cuerpo y conectar con tus sensaciones de una manera suave, con técnicas que promueven la calma y ayudan a disipar las sensaciones de ansiedad.
Liberar el Estrés y la Tensión:
El trauma queda atrapado en el cuerpo, y sin una liberación adecuada, esa energía acumulada puede afectar nuestro bienestar diario.
Con el yoga sensible al trauma, trabajamos dentro de tu ventana de tolerancia para que esas tensiones atrapadas encuentren una salida natural, restaurando el equilibrio y promoviendo la paz interior.
Crear un Espacio de Seguridad:
Esta práctica está diseñada para que tú tengas el control y decidas qué es lo mejor para ti en cada momento.
Aquí no se trata de forzar posturas o de buscar un “ideal” de yoga. Se trata de crear un espacio donde te sientas libre de expectativas y segura para explorar a tu propio ritmo, restaurando la sensación de confianza y seguridad en tu cuerpo.