Qué es el yoga sensible al trauma

yoga sensible al trauma

El yoga sensible al trauma es una forma de yoga desarrollada por psicólogos, psiquiatras y profesores de yoga para ayudar a las personas que sufren o han sufrido trauma a recuperar su autonomía y el equilibrio emocional.

Qué es trauma y cómo funciona

Cuando sufrimos heridas emocionales intensas en las que no somos capaces de actuar/defendernos, o carecemos del soporte necesario para poder expresarlas de una manera segura y saludable, nuestra mente lógica y nuestro cuerpo se desconectan para poder sobrevivir, produciendo una reacción en el sistema nervioso que deja la memoria de esas emociones grabada en el cuerpo. 

Es por eso que el cuerpo es el primero en reaccionar a un suceso que a priori no parezca estar conectado con nuestra experiencia pasada o no seamos capaces de explicar racionalmente. 

Estos sucesos que nos hacen reaccionar son multisensoriales y pueden ser desde un sonido, una palabra, un aroma, una caricia o una situación… Es lo que conocemos como “gatillos”.

Cabe destacar que trauma no es el suceso en sí que nos ocurrió en un momento de nuestra vida (evento traumático), si no la herida que queda registrada en el cuerpo en respuesta a aquello que sucedió. 

Todas las personas hemos sufrido trauma en mayor o menor medida y acarreamos esas heridas desde la infancia hasta la edad adulta. La mayoría de nuestras reacciones son respuestas adaptativas al trauma.

Existen distintas respuestas al trauma clasificadas en base al tipo de reacción que se produce en nuestro sistema nervioso:

  • Lucha (Fight): Enfado, impulsividad, agresividad, necesidad de control…
  • Huída (Flight): Adicciones, ansiedad, pánico, TOC, perfeccionismo, tendencias obsesivas…
  • Congelación (Freeze): Sensación de no ser capaces de movernos, desconexión, aislamiento, miedo a lo nuevo…
  • Servicial (Fawn): Necesidad de ganarse a las personas y de gustar. Dificultad para poner límites, anteponer las necesidades de otrxs a las propias, codependencia… 
  • Sumisión (Flop): Letargia, falta de fuerza, darse por vencidx, desesperanza, desamparo…

Cuando existe trauma, desconectamos del cuerpo (disociación) y de sus necesidades, con lo que es más difícil que podamos cuidarnos, defendernos, o darnos aquello que necesitamos (nutrición, descanso….). 

Qué es el yoga sensible al trauma y cómo puede ayudarnos

El yoga sensible al trauma se centra en recuperar la conciencia corporal  y regular el sistema nervioso para ayudar a las personas a recuperar la autonomía, cultivar la resiliencia y aprender a transitar a través de sus experiencias traumáticas.

Ayuda a aumentar la autoconciencia, la propiocepción, la interocepción (capacidad de escuchar al cuerpo) y a través de esta escucha interna, aprender a reconocer qué necesitamos en cada momento.

Habitualmente, las terapias orientadas a sanar el trauma suelen clasificarse en dos categorías distintas: 

  • De arriba hacia abajo: De la mente al cuerpo, trabajando en el córtex prefrontal dorsolateral. 
  • De abajo hacia arriba: Del cuerpo a la mente, accediendo directamente al sistema límbico.

Algunos pensadores en el campo del estrés traumático, entre los que destaca el Dr. Bessel van der Kolk, creen que las intervenciones contemporáneas mente-cuerpo logran el cambio forjando la comunicación y restableciendo el equilibrio entre los sistemas cerebrales racional y emocional a través de una tercera vía: el córtex prefrontal medial.

Los resultados de las investigaciones neurocientíficas basadas en tecnología avanzada, como la resonancia magnética funcional, sugieren que se puede acceder conscientemente al sistema límbico a través de la conciencia interoceptiva.

Este fenómeno depende del córtex prefrontal medial, la “puerta lateral” del cerebro (término acuñado por el Dr. Joseph Spinazzola).

Las prácticas mentales y corporales, como el yoga sensible al trauma, pueden ampliar la conciencia interoceptiva a través de la propiocepción.

El Dr. van der Kolk, experto en trauma y creador de esta metodología, ha llevado a cabo una serie de estudios que demuestran cómo el yoga puede ayudar a las personas a recuperarse de un trauma. 

Sus hallazgos sugieren que la práctica de yoga puede ayudar a las personas a lidiar con la ansiedad, el estrés y la depresión relacionados con el trauma y guiarlas hacia una conciencia y un procesamiento más integrados de los síntomas y reacciones traumáticas no resueltas.

-La práctica de yoga sensible al trauma no es un sustitutivo de la psicoterapia, sino que es un complemento a través del cual involucramos al cuerpo en el proceso de  sanación. Se ha comprobado que lo más eficaz a la hora de sanar el trauma es la combinación cognitivo-corporal

La práctica de yoga sensible al trauma

Una sesión de yoga sensible al trauma dista de una clase de yoga tradicional como el que se practica habitualmente en los estudios.

Es por eso que para facilitar una sesión de este tipo se debe tener formación en trauma y conocer la metodología para saber de qué manera guiar la sesión, qué lenguaje utilizamos, qué son los gatillos y cómo podemos evitarlos. 

Esto es especialmente importante ya que existen muchos tipos de trauma y este es subjetivo, cada persona es única y también lo son sus experiencias, gatillos y reacciones.

Durante una sesión de yoga sensible al trauma ofrecemos un espacio seguro en el que acompañar a las personas, creando una relación entre iguales y ofreciendo distintas  opciones y herramientas para que puedan desarrollar las habilidades que les ayuden a lidiar con situaciones estresantes. 

Estas habilidades incluyen la capacidad de reconocer sus emociones, la capacidad de autorregularse, de tomar decisiones saludables y la capacidad de desarrollar relaciones sanas con unx mismx y su entorno. 

-La sanación del trauma requiere la conexión con el cuerpo-

Otros de los beneficios de la práctica de yoga para las personas que han sufrido trauma incluyen:

  • Mejora en la regulación emocional.
  • Reducción en los síntomas de estrés postraumático.
  • Mejora en la calidad de vida.
  • Reducción en los síntomas depresivos y ansiosos.
  • Mejora en la conciencia corporal.
  • Mayor capacidad para lidiar con situaciones estresantes.

En conclusión

El yoga sensible puede ser una herramienta muy útil para aquellas personas que han sufrido trauma, para ayudarles a conectar con el cuerpo, a recuperar su autonomía y transitar los síntomas derivados de sus experiencias. 

Aunque no en todos los casos es indispensable, es recomendable que la práctica de yoga sensible al trauma sea complementaria al acompañamiento terapéutico de manos de una profesional de la psicología y la psicoterapia.

Si quieres más información acerca de las sesiones de yoga sensible al trauma o quieres iniciar este tipo de acompañamiento, puedes ponerte en contacto conmigo pinchando aquí y te responderé lo antes posible.

Referencias: 

  • Emerson, D. y Hopper, E. (2015). Yoga para el trauma: un enfoque sensible para la recuperación. Berkeley, CA: North Atlantic Books. 
  • Treleaven, D. (2008). Yoga para el trauma y la recuperación. Rochester, VT: Healing Arts Press. 
  • Emerson, D. y Hopper, E. (2007). Yoga y trauma: una guía para la práctica consciente. Berkeley, CA: North Atlantic Books.
  • Van der Kolk, B. A. (2014). El cuerpo lleva la cuenta: La biología del trauma y la ciencia de la curación. Nueva York: Penguin Books.
  • complextrauma.org/complex-trauma/path-to-recovery/